lunes, agosto 28, 2006

Aprender a Volar II



Sé que este lado del espejo se transformará pronto, muy pronto, cruzaré al otro lado y me perderé en un lienzo que vengo pintado a colores, tomará forma, nacerá un universo, quizás un gran árbol, una inmensa montaña o un jardín... vendrán días de silencio, el otoño, el invierno, noches serenas cargadas de voces, días descolgando cerezas, amanecerá y anocheceré mientras grito nuevas sensaciones al otro lado del ojepseespejo...
*
Juan Salvador Gaviota fue uno de esos libros que me regaló mi madre, ella siempre fue la causa de que en mi curiosidad infantil o adolescente me llenara de nutridas palabras. Es un libro que cuenta la historia de una gaviota que aprendió a volar. La vida siempre ofrece algunas posiblidades y otras
-como el Mago de Oz y el otro lado del espejo, o Juan mismo- son acertijos que vamos encontrando en la travesía de vida. He sido muy curiosa, he dado grandes saltos en mi vida, he pasado días de enclaustramiento en retiros concientes para escuchar mi propia voz, he vivido fechas señaladas en la más infinita soledad y días en los que un coro de voces comulgaban conmigo. He abandonado proyectos por falta de convencimiento y emprendido metas donde todos señalaban que el éxito era imposible y lo alcancé, he visto morir y nacer personas, he sido la última foto en la retina que alguno haya visto antes de posar sus labios y darle un beso al limbo por toda la eternidad. Hoy se me ocurre que he proyectado esta película a través de una infinita hamaca de hojas verdes colgando entre los árboles que cobijaron mi largo paseo en el parque, y en silencio... mirando una araña reclamarme su espacio, solo me entregué a esta plática sin meta ni objetivo en la que me reencuentro cada vez que sé necesito un espacio incorruptible para la reflexión o solo degustar el sabor de mí misma. Tengo más historia qué contar que años de vida, historias que harían un libro nutrido de una novela en la que soy la narradora omnisciente, lleno de las más matizadas batallas de vida, de escenarios, de personas, pero quizás lleno de mucho más que sensiblidad. La vida me ha tocado profundamente, hasta la vertiente más profunda dónde nace el cause de todo lo que ahora hago. Se me ocurre pensar que hoy quisiera magnificar el significado de mi vida y pegar un trozo muy receloso -en el que digo poco- de mi diario. La naturaleza real del ser humano es la de ir por un sendero encontrándose o reencontrándose y para hacerlo hay que estar desprovisto de altivez y abrir los ojos del alma a las revelaciones (algunas duelen porque te hayan de alma desnudo), todo en silencio, nadie nos dirá qué es lo mejor aunque la vida esté llena de gurúes pero serán nuestros maestros... y siempre aparecerán de la forma más extraña e inesperada...
Por ahora, simplemente esto, un pasaje que tiende a yoista que solo me susurra en esta exquisita noche de silencio. (Cada día siento menos miedo de esos grandes cambios, cada día aprendo a volar, cada día entiendo mejor mis alas de libertad).
*

"Alma, mi amor, le grito susurrando, le susurro, gritando, ante la puerta, los brazos extendidos, en la mano la espalda flamígera, para que no transpongan el umbral del paraíso recobrado en esta habitación."
J. Hierro.

Lady bug dreams.

sábado, agosto 26, 2006

Aprender a volar

Y volar y volar como un pájaro en el espacio...
Para aprender a volar se necesita la perfección del viento y un par de alas que salgan desde la fortaleza.


"La mayoría de nosotros progresamos com mucha lentitud. Pasamos de un mundo a otro casi exactamente igual, olvidando en seguida de donde habíamos venido, sin preocuparnos hacia donde íbamos, viviendo solo el momento presente. ¿Tienes idea de cuántas vidas debimos cruzar antes de que lográramos la primera idea de que hay mas en la vida que comer, luchar. o alcanzar poder en la Bandada? ¡Mil vidas, Juan, diez mil! Y luego cien vidas más hasta que empezamos a aprender que hay algo llamado perfección, y otras cien para comprender que la meta de la vida es encontrar esa perfección y reflejarla. La misma norma se aplica ahora a nosotros, por supuesto: elegimos nuestro mundo venidero mediante lo que hemos aprendido de éste. No aprendas nada, y el próximo será igual que éste, con las mismas limitaciones y pesos de plomo que superar. Extendió sus alas y volvió su cara al viento.

(...)

-Bueno, ¿qué pasará ahora? ¿A dónde iremos? ¿Es que no hay un lugar que sea como el cielo?-No, Juan, no hay tal lugar. El cielo no es un lugar, ni un tiempo. El cielo consiste en ser perfecto. "
Del libro: Juan Salvador Gaviota.


Seguiré luego... voy a reencontrarme con
el viento nocturno
para acariciarme las alas...

domingo, agosto 13, 2006

Palabras

Pintura de Melissa Ruffino

"Fluido, el abandono del día termina entre púrpuras exhaustas."
Pessoa.
Me llamo Ysabel y mi oficio es el arte, me dedico a crear a través de la expresión tridimensional y del color, a través de la palabra y todo aquello que pueda ser unido de manera armónica para representar emociones o pensamientos.
Es la primera vez que escribo en un blog, probaré suerte y si me gusta intententaré dejar aquí parte de mi día a día, mi búsqueda dentro del mundo del arte y mucho más. Suceden demasiadas cosas y a veces nos hace falta un alto, un espacio íntimo donde podamos compartir con otros en la misma búsqueda sensaciones, sentires, palabras o ambiguedades.
...sojepsEEspejos...