4ta. Latencia: De los espejos y los días
pero no menos feliz.
No pertenezco más que al instante...
Bastó liberarme del peso para aligerar el ascenso... Recuerdo a Juan Salvador Gaviota,
gaviota fue mi primer seudónimo en medio de este mar embravecido llamado vida.
(En dos semanas viajo, pero volveré al blog tanto como pueda -a mis amigos lectores- hasta organizarme)
Otros dirán:
De palabras imprecisas, el canto afilado de este pájaro misterioso, aparece furtivo con vanas plegarias,
mirada curiosa,
voz calcinada de añoranzas.
Bebo el aire a través de este agujero abierto donde se cruzan los cuatro vientos
canto oculto que pregono a través de vagas metáforas.