miércoles, septiembre 27, 2006

Permiso para tocar

Ubiquémonos en el mundo... Continuando la pequeña travesía e investigación visual en torno al tema de los Museos, donde las obras de arte entran en el sentido humano a través del proceso táctil y los deficientes visuales pueden participar. Reseño de sus propias páginas algunas descripciones de un par de éstos. Para no teorizar el tema sino llevarlo a un mundo sensible, situémonos en el alma de lo que representa esta oportunidad y de lo que también forma parte del mundo del arte.

La primera visita será al Museo Tiflológico las Once, ubicado en España, se dice que es uno de los más grandes en el género, y donde no solo es posible ofrecer una oportunidad a los deficientes visuales como visitantes, sino la de formar parte del grupo de artistas (cuando existan esas inquietudes y habilidades) y participar a través de la exposición de sus creaciones surgidas desde su imaginación y su impulso creativo.

Acerca del museo:

"La colección.
El conjunto de la obra expuesta está distribuido en tres grandes áreas: salas de maquetas de monumentos españoles y extranjeros, salas de obras de artistas ciegos y deficientes visuales y sala de material tiflológico.

Salas de maquetas.
Las maquetas que se exhiben en el Museo Tiflológico responden a la necesidad por parte del colectivo de personas ciegas, de acceder a la experiencia estética derivada de las obras de arte de carácter universal (arquitectura y escultura principalmente) por propia experiencia.
En estas salas las piezas exhibidas son tridimensionales, sólidas y táctilmente significativas, cuentan con un equipo de sonido que emite información descriptiva de la pieza y, en otro nivel, sobre el monumento representado. Así mismo, cada una contiene información en braille y macrocaracteres.

Salas de obras de artistas.
Las personas ciegas consumen y realizan producciones artísticas y culturales que son un factor importante para su desarrollo individual y para su integración social. A estas premisas responde la creación dentro del Museo Tiflológico de un espacio donde los creadores afiliados puedan exponer sus obras y que constituya un buen escaparate para sus inquietudes.El Museo asume el compromiso de realizar el seguimiento de la obra de estos artistas y tiene el propósito de ir adecuando el contenido de estas salas a la evolución que sufra la obra de estos autores y las nuevas firmas que se vayan incorporando al mundo de las artes plásticas.

Salas de material tiflológico.
Tutelar las obras que conforman la cultura material de los ciegos como colectivo es otra de las funciones del Museo. En todas ellas está contenido un potencial de información que genera respuestas a las distintas preguntas, presentes y futuras, del público, lo que ya de por sí justifica la conservación de este patrimonio cultural. Los contenidos expuestos en las salas de material tiflológico, se ordenan en tres áreas temáticas:- un espacio cerrado, especialmente acondicionado en cuanto a grado de humedad y control lumínico, exhibe documentos en los distintos sistemas de escritura conocidos. - vitrinas abiertas que exponen una muestra de los utensilios empleados en la vida diaria haciendo un especial hincapié en el desarrollo del sistema braille, desde los primeros modelos de pautas a la posterior mecanización de este sistema que permitió el acceso a la cultura, primero, al trabajo, después, y a las nuevas tecnologías en última instancia. - el espacio central de la sala está dedicado a la historia del cupón, una de las formas que permiten a la institución cubrir los fines sociales y culturales, además de los meramente lucrativos, que le otorga el Estado."
Fuente: Página del Museo Tiflológico.


Art Trough Touch (Arte a través del tacto)

Art Through Touch es otro lugar, esta vez en Inglaterra donde el arte puede ser tocado y digerido a través de un proceso táctil, propioceptivo y cinestésico. Ofrece otro rico escenario repleto de muestras y posibilidades para los deficientes visuales. Así como una serie de información en relación al tema y de personas que continúan enriqueciendo el área con su experiencia y trayectoria. Se puede visitar la página web (anexa) y en ella existe toda una descripción detallada tanto de lo que ofrece como instituciones dedicadas a esta hermosa labor social. Desearía que estas iniciativas pudiesen llegar a ser palpables y reales en la mayoría de los países, sin que existiese un trato de menor valor para estas personas. Por otro lado, pienso que son museos que no solo permiten la participación de estas personas, sino que ofrecen la oportunidad para que los ciudadanos comunes se integren, que haya un nutrido intercambio y dejemos las diferencias inexistentes, para que confluyan en un lugar donde es posible darse cuenta de estas otras realidades que, sin hacer mucho ruido, están tomando poco a poco fuerza en el entorno social.

Cito textualmente dos artículos importantes, lo ideal sería que no fuesen olvidados y que realmente existiese en cada sociedad la conciencia y sensibilidad necesaria para desarrollar la empatía hacia otros y darle un lugar que haga ruido dentro del entorno a un tema tan importante como el tratado:

El artículo 27.1 de la declaración universal de los derechos del hombre establece:

"Cada persona tiene el derecho a participar libremente en la vida artística y cultural de la comunidad".

Para garantizarlo Naciones Unidas en el punto 135 de su programa recoge:
"Los estados miembros deben procurar que las personas con discapacidad tengan la oportunidad de utilizar al máximo sus posibilidades creadoras, artísticas e intelectuales, no sólo para su propio beneficio sino también para enriquecimiento de la comunidad. Con este objeto debe asegurarse su acceso a las actividades culturales, si fuera preciso deben realizarse adaptaciones especiales para satisfacer sus necesidades".

*

Así como Umberto Eco habla de la discrepancia que existe en el tema de mirar el arte pero no tocar, salvo en escasos lugares como en algunos países orientales, por ejemplo, pienso que debería extenderse esa "experiencia táctil" (siempre y cuando ciertas obras de arte lo permitan) a la participación de la mayoría de los visitantes. El arte de tocar y sentir, mirar e integrar esa experiencia artística la haría más participativa, menos distante y más vulnerable al sentido. Nos sucede a los que nos acercamos infinitas veces a un mismo lugar y en esos rincones donde creemos que nadie nos ve, intentamos extender una breve y tímida caricia para sentir un poco más de una obra que nos ha cautivado. Esto sucede mucho con las esculturas; las urbanas y las que permiten un contacto sin que eso procure un detrimento de su valor.


Con permiso para tocar...
Imagen del Museo Táctil del Faro de Atenas, otra tercera posibilidad.



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